Vamos
a empezar hablando del Góspel, que en la década de los 50 sonaba a diario en
las emisoras de radio y llenaba grandes salas de conciertos. Había grupos
profesionales que actuaban por todo el país, apoyados por la masiva migración
de la población negra hacia el norte en busca de una tierra de mayores
oportunidades y una mayor integración racial.
El
Góspel era ya un género heterogéneo que había ido recogiendo aportaciones
durante décadas. En la década de 1950, el Góspel era interpretado tanto por solistas,
como por grupos pequeños o grandes corales. También había ya una gran variedad
instrumental, con acompañamientos con uno o varios instrumentos.
Tan
importante como las aportaciones musicales y rítmicas del Góspel al Soul, son
las aportaciones personales. Y es que algunas de las figuras más relevantes del
Soul lo fueron previamente del Góspel. Solomon Burke, Sam Cooke, Aretha
Franklin, Al Green…
Alex
Bradford fue una de las mayores figuras del Góspel, gozó de gran éxito durante
la década de los 50, llegando a vender más de un millón de copias y consiguiendo ser
disco de oro con algunos de sus temas. Bradforf fue una referencia para Ray Charles, que copió parte de
su estilo vocal y basó su coro femenino, The Raelettes en los Bradford Specials. En este tema podemos escuchar por qué:
Sam
Cooke fue pionero al dar el salto del Góspel al Pop. En
la década de los 50, su formación Góspel, The Soul Stirrers, era la más
importante de Estados Unidos. Su voz y su manera de cantar eran tan
particulares, había generado tal nivel de admiración entre los seguidores del
Góspel, incluso entre los más jóvenes, que en sus conciertos no se respetaba la
tradición de dejar las primeras filas para las personas mayores, y se ponían en
pie enfervorecidos en cuanto escuchaban la voz de Sam sobre el coro. Sam Cooke
fue un pionero en muchos sentidos, un prodigio con un triste final que puede
que nunca llegue a esclarecerse. Su vida y obra dan para hacer un programa
especial, con lo que no me voy a extender más en su biografía.
En
lo que hoy nos ocupa, que es el nacimiento del Soul, tuvo una importancia
capital al realizar uno de los primeros “crossover”, cruces, de la música
Góspel a otro estilo, en este caso, al Pop.
Y
así, en 1957, bajo el pseudónimo de Dale Cook, grabó la versión del tema Góspel (He´s so) Wonderful, que en la versión profana pasó a
llamarse Loveable.
Donde
el Góspel decía:
Wonderful,
God is so wonderful
Maravilloso,
Dios es tan maravilloso
he's
wonderful, God he's wonderful
Él
es maravilloso, Dios es tan maravilloso
The
Lord is my shepherd, he's my guide
El
señor es mi pastor, él es mi guía
Whenever
I need, the Lord will provide
Cuando
lo necesite, el Señor proveerá
And
praise my lords name
Y
alabo el nombre de mi Señor
I
know he's so wonderful
Yo
sé que Él es tan maravilloso.
El
Pop pasó a decir:
Lovable
Adorable
My
girl
Mi
chica
She's
lovable
Ella
es adorable
She's
lovable
Ella
es adorable
My,
my girl
Mi
chica
She's
so lovable
Es
tan adorable
Candy's
sweet
El
dulzor del caramelo
And
honey too
Y
la miel también
There's
not another quite, quite as sweet as you
No
hay nada tan dulce como tú
I
know, I know, I know, I know I've always loved you
Yo
sé, yo sé, yo sé, yo sé que siempre te amé
You're
so lovable (so loveable)
Eres
tan adorable, tan adorable.
A
continuación vamos a escuchar ambas versiones, primero Wonderful, la versión
que grabaría con su grupo de Góspel, The Soul Stirrers, que lideraba desde
1950; y seguidamente escucharemos Loveable. Como podrás comprobar, uno de los
sellos de identidad de Cooke, ese "Ooouo", adorna ambas canciones y aparecerá en prácticamente toda su discografía:
Esta
versión, que hoy en día nos puede parecer inocente e incluso ñoña, en aquella
época causó un gran revuelo. Sam Cooke la había grabado ocultando su identidad
con un pseudónimo, pero no logró engañar a nadie. Para muchos seguidores del
Góspel, fervientes creyentes cristianos, el don divino que recibían los
cantantes de Góspel, debía estar al servicio de Dios, y no ser usado para fines
terrenales.
Sam
Cooke estaba destinado a la gloria y no tardó en conseguirla. Establecido ya
como cantante Pop, ese mismo año de 1957 sacaría You Send Me, que se convirtió
en número 1 de las listas Pop y Rhythm and Blues, y que nos presentaría una de
las carreras musicales más impresionantes de la historia.
En la misma línea de Sam Cooke, y motivada por el rápido éxito de éste, Aretha Franklin dio el salto de la música Góspel a la música profana. En el caso de Aretha, el éxito tardó el llegar debido al errático enfoque que su primera discográfica dio a su carrera. En cuanto fichó por Atlantic Records, en 1966, quienes le permitieron tomar sus propias decisiones artísticas, y le aportaron el acompañamiento de la Muscle Shoals Rhythm Section, en Alabama, una banda profundamente ligada al desarrollo del Soul sureño, los éxitos no tardaron en aparecer.
A continuación podemos ver ambas facetas de la que sería conocida como la Reina del Soul:
Un
último ejemplo de canción Góspel secularizada y convertida en éxito mundial: Stand By Me, de Ben E. King.
En 1959, The Soul Stirrers, ya sin la voz de Sam
Cooke, grabaron Stand By Me, Father, que había sido escrita por Cooke antes de dejar la
formación y grabada en el sello SAR, compañía discográfica que fundara el propio Sam
Cooke poco tiempo después de iniciar su carrera en solitario. En 1961,
Ben E. King, una vez iniciada su carrera en solitario tras abandonar la exitosa formación The Drifters, sacaría una versión casi irreconocible de esa canción que se
convertiría en una de las canciones más rentables de la historia y en un himno
eterno de la música Soul.
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